AUTOR: Ricardo Palma.
Que hasta dos años
después de la fundación de Lima no fue el Callao más que humildísima ranchería de
pescadores. Ya en 1555 llegó a haber hasta seis casas de ladrillos y adobes,
cinco bodegas o almacenes del mismo material y gran crecimiento en la ranchería
de Pitipilí.
El Callao empezó a
tener carácter formal de población en 1566, pues fue el 25 de enero de ese año
cuando el Cabildo de Lima le nombró un alcalde, con funciones en lo civil y en
lo criminal. Y tal sería la importancia que fue conquistándose el Callao, que
en 1671 el rey le acordó título de ciudad.
El Callao llegó
a su apogeo después del terremoto del 20 de octubre de 1687, en que una salida
del mar inundó la ciudad. Entonces fue cuando quedó definitivamente anillada y
amurallada en forma triangular, y fue cuando tuvo el palacio, las siete
iglesias y los seis conventos, magnificencias todas que desaparecieron en la
ruina del 28 de octubre de 1746.
Cuando el primer
terremoto (1687), entre vecinos y guarnición contaba el Callao mil ochocientos
habitantes; y en 1746, excedían de siete mil quinientos los vecinos.
En el censo de 1832
figura el Callao con dos mil trescientos vecinos; y en el oficial de 1876 con
más de treinta y dos mil.
1. Se publicó en Madrid
en 1877 una lujosísima obra de más de mil páginas en folio mayor,
titulada Cartas de Indias, y de la que el gobierno español envió de
regalo un ejemplar a la antigua Biblioteca de Lima. Desaparecido éste en 1881,
ha sido reemplazado con otro ejemplar, obsequio del señor don Joaquín J. de
Osma. Al final de la obra hay un vocabulario geográfico, en el que se lee lo
siguiente:
Afírmelo quien lo
afirmare, eso de que Callao significa cordero, no
merece gastar tinta en refutarlo. Es un testimonio antojadizamente levantado
al yunga.
2. Con motivo de esta
investigación etnológica, he leído también hace pocos días un nuevo origen de
la voz Callao. Dice un articulista, , que viendo Pizarro la
mansedumbre de las olas, exclamó: «¡Qué callado es este mar!». Y así como
Balboa bautizó el mar del Sur con el nombre de Pacífico, nuestro
puerto mereció el de Callado, que no lo es, porque bastante ruido
mete por el lado de la mar brava.
Lo de que Callao viene
de Callado no puede, pues, tomarse en serio. Ni a Cieza de
León, ni a cronista alguno del siglo XVI se les ocurrió llamar Callado al
puerto del Callao.
¿Es indígena la voz Callao?
Hasta 1878 era para
mí, artículo de fe que la palabra Callao viene de la voz
indígena calla o challua (costa y pesca, por
generalización). Acentuaba mi creencia la circunstancia de que hoy mismo se da
el nombre de cala al acto de la pesca; y para ser lógico tenía
que reconocer el mismo origen indígena a la palabra chalaco. Y que
estas opiniones mías se apoyaban en autoridad histórica o lingüística, lo
compruebo con las siguientes líneas de la Gramática del arte aymará.
Dicen así: «Otros nombres hay compuestos de dos
sustantivos, porque en esta lengua no hay nombres adjetivos para significar la
materia de que está hecha… ni hay nombres derivados de ciudades o provincias,
como hispalensis, peruvianus, etc.; y en
lugar de éstos usan los indios de los nombres sustantivos, poniendo primero el
que significa la materia de la cosa o la ciudad, … homo-cuzquensis, cuzcc-haque (hombre
del Cuzco)».
Siguiendo esta regla,
y denominando chala (costa) al Callao, tendríamos, para
designar al hombre allí nacido, challa-haque, del que por
corrupción pudo salir chalaco.
No falta quien afirme
que el nombre Chalaco, en el departamento de Piura, tiene idéntica
derivación. Arena, se dice también en aymará challacuchal-llacu,
y como este pueblo está situado en arenales, vendría su nombre de chala-lacu (arena)
y no de chala (costa) o de challa-haque(hombre de
la costa).
Desde luego ni la
palabra Callao, ni la palabra chalaco pertenecen
al quechua; pues no se encuentran en el vocabulario de esa lengua
Ojeando más que
hojeando en 1878 un libro viejo impreso en Londres en 1660, con el título English
navigators, encontreme con una relación de las expediciones de los
piratas Drake y Cavendish, que como es sabido pasearon por estos mares, a su
regalado gusto, desde 1577 hasta 1588; esto es, cuando el puerto estaba
todavía, como si dijéramos en mantillas. Describiendo la playa, dice uno de
ellos... «composed of the debris of marine shell, nammed
Callao».
ITALIA:
El jesuita Domenico
Coleti en su Dizionario storico geografico
della America meridionale, impreso en Venecia en 1771, dice:
El dato carecía de
importancia, pero al latinizar la palabra Callao, ésta se traduce
en: calavia, que es la voz con que la marinería, en algunos puntos de la
costa italiana, designa al lastre.
FRANCIA:
El Petit Dictionnaire géographique de l' Amerique espagnole, impreso en París en
1712, dice en la página 103:
«CALLAO (caillou). Port principale de Lima, etc.».
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Para los franceses la
voz callao significaba guijarro, piedra
pequeña; esto es, zahorra o lastre.
PERÚ:
El señor Paz Soldán,
en su Diccionario de peruanismos, impreso en 1883, consagra un artículo a la
palabra Callao:
Minuciosa
investigación hemos hecho por averiguar si antes de 1747 se designó con el
nombre de chalacos a los vecinos del puerto. Ni en libro ni en
documento alguno hemos hallado escrita tal palabra, sino con posterioridad al
año del famoso terremoto, lo que es argumento en contra de la creencia de
que chalaco es corrupción de la voz indígena challahaque (hombre
de la costa).
Para la construcción
del actual Callao, se emplearon, en calidad de peones y albañiles, negros
esclavos de la tribu o cofradías de los chalas. Dícese que los
limeños, para burlarse de los nuevos pobladores del puerto, dieron en
llamarlos chalas chalacos. Este origen no pasa de ser una tradición
o conseja popular, y por lo tanto no puede ser considerado seriamente.